Cansada

Cansada de la espera.
Ya basta!
Las cosas que uno no dice pueden llegar a ser las que más duelen, así que voy a empezar por decir lo que siento y que por ¿miedo? no dije: Te amo.
Es cierto, me cuesta admitirlo, me cuesta decirlo también, siempre fue para mi una palabra muy especial y muy difícil de confesar.
Te amé y lo sigo haciendo. Nunca te lo dije por miedo al rechazo o, lo que es peor, al silencio.
Nunca me lo dijiste porque... Vos sabrás.
Jamás te enamoraste, o por lo menos es lo que me hiciste creer. Jamás duraste más de 3 meses con nadie, y nadie fue tan formal.
Desde el principio no estuviste seguro, y esa seguridad que te faltaba a vos yo trataba de no verla escondiéndola atrás de las excusas previamente dichas.
Solo quise algo normal, no perfecto. Me hubiese gustado ocupar la mitad del espacio que tus amigos en tu vida, con eso hubiese sido feliz. No lo logré.
Tu silencio tampoco ayudaba, tus "mambos" mucho menos, y mi tolerancia a como de lugar fue el detonante para que nunca se discutiera nada.
Tu año no fue bueno, el mio fue hermoso gracias a vos y a tu compañía (por rara e invisible que fue).
Ya no habrá oportunidad para decirte todo lo que siento por vos. Se que esto no lo vas a leer y creo que es por eso que lo digo tan suelta.
Mi miedo fue porque un te amo sin respuestas es más doloroso que los "Tkm" obligados por ¿protocolo? que recibía como muestra de afecto.
No estoy triste, tampoco feliz, pero si lo mejor para vos y para mi es esto tendré que enfrentarlo y seguir.

Más que una dulce alegría... Una dulce agonía.